Si bien el empleo en los últimos años se ha vuelto menos apremiante, aún persiste el conflicto de que una abrumadora mayoría de personas trabajan en empleos de baja productividad en el sector informal.

La Fundación Milenio en su informe Nacional de Coyuntura al 25 de octubre establece que en la segunda mitad de la década el país se benefició de la bonanza de las materias primas y la tasa de desempleo cayó de 5.4 por ciento en 2005 a 2.7 por ciento en 2011. El análisis realizado está basado con información oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ese análisis añade que durante el periodo 2006 – 2011 la Población Económicamente Activa (PEA) aumentó en 720 mil personas y durante ese periodo se crearon 823 mil empleos por lo que el número de desocupados cayó en 103 mil personas.

Señala que existe una estrecha relación entre la tasa de inversión y la generación de empleos. Durante el periodo 2000 – 2005 la tasa de inversión fue de 14.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) invirtiéndose durante ese periodo un monto total de 14.778 millones de dólares en valores constantes de 2012.

Es decir, la inversión promedio por fuente de empleo creada fue de 23.863 dólares. Durante el periodo 2006 – 2011 la tasa de inversión subió a 15.7 por ciento del PIB en promedio y la inversión bruta durante este periodo llegó a 21.525 millones de dólares en valores constantes de 2012. Eso equivale a que la inversión bruta – empleo subió a 26.139 dólares en promedio.
Milenio considera que esta caída en la tasa de desempleo dio lugar a que el mercado laboral se volvió más estrecho, lo que la economía se volviera un poco más intensiva en capital.

Sostiene que si bien el empleo en los últimos años se ha vuelto menos apremiante, aún persiste el conflicto de que una abrumadora mayoría de personas trabajan en empleos de baja productividad en el sector informal.

Esa fundación afirma de acuerdo a la información de encuestas de hogares del INE, en 2011, 3.5 millones de personas (70 por ciento de la población ocupada a nivel nacional) se encontraban trabajando en empresas semi empresariales y en empleos domésticos.

Aunque este porcentaje ha ido disminuyendo en la última década, de 78.5 por ciento de la población ocupada en 1999 y un 74.8 por ciento de la población económicamente activa en 2005 existe una elevada incidencia de este sector en el empleo a nivel nacional.

Señala que si bien el sector informal representa una opción de empleo e ingresos para muchas personas, la existencia de informalidad tiene un efecto distorsionador en la economía.

Coy 217 – El problema del empleo en Bolivia.pdf