Un estudio señala que las tarifas deberían beneficiar a la población con menos recursos.

La problemática que gira en torno al transporte público de una ciudad, por lo general, es de interés de la mayor parte de su población. La ciudad de La Paz no es la excepción a esta regla ya que el 74% de los paceños y las paceñas utiliza transporte público, según datos de 2013.

Un estudio de la UMSA muestra que las inversiones para el PumaKatari y el Teleférico sólo atienden al cinco por ciento de la población de la metrópoli La Paz y El Alto. Y se plantean otras opciones para un sistema integrado.

La encuesta de percepción ciudadana 2014 del Observatorio La Paz Cómo Vamos, revela que la calificación que recibe el servicio de transporte público con el que cuenta la ciudad es de 4,8 sobre 10. Esto quiere decir que la población no está conforme con el sistema de transporte público de la hoyada.

El trato que se recibe por parte de los choferes de transporte público también recibió una calificación roja: 4,2 sobre 10; y en la zona sur el puntaje baja a 3,7. Por otro lado, las y los ciudadanos calificaron con 4,1 al rubro con respecto al tiempo que toma transportarse en la ciudad en un vehículo. En el centro, una persona es más rápida que un motorizado en hora pico: un automóvil se mueve a 3 km/ hora y un ser humano a 5, según información del Gobierno Municipal de La Paz (2013).

La edad promedio de los vehículos de transporte público en la ciudad es de 28 años y un minibús produce 35 toneladas de dióxido de carbono (CO2), ante lo que se necesitan 897 árboles para mitigar estas emisiones, según estudios del Gobierno Municipal paceña.

Cada año se gastan aproximadamente 60 millones de bolivianos por accidentes de tránsito. El 45% son ocasionados por choferes del transporte público, ya que el 65% de los vehículos públicos están en malas condiciones: los frenos son los dispositivos en peor estado de los micros y los minibuses llevan 210 kilos por encima de su capacidad.

Actualmente existen 540 líneas de transporte público motorizado -sin tomar en cuenta el PumaKatari entre buses, carrys, microbuses, minibuses y trufis. Y el parque automotor de La Paz cuenta con 221.212 vehículos motorizados.

En la encuesta de percepción ciudadana del año pasado se puede apreciar el incremento de un punto de mejora en la escala de calificación con respecto al 2013, que puede ser un efecto en la percepción pública a raíz de la presencia del servicio de transporte público municipal y el teleférico.

A partir del 2014, el municipio paceño puso en marcha un sistema de transporte masivo, los buses PumaKatari, que actualmente cuenta con tres líneas. Asimismo, el gobierno nacional invirtió 234 millones de dólares para la construcción de tres líneas de teleférico, en pleno funcionamiento.

Según el ingeniero Waldo Yanaguaya, del Instituto del Transporte de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), ambos sistemas transportan aproximadamente 85 mil pasajeros por día, lo que significa que atienden a un cinco por ciento (5%) de la población de la metrópoli (La Paz y El Alto).

Explica que la solución inmediata para mejorar el transporte paceño es un corredor troncal dedicado exclusivamente al bus: «es decir un metro bus, pero a un décimo del costo del metro». El éxito de este sistema es un carril exclusivo, “los buses pueden ir a mayor velocidad, eso significa menor tiempo de viaje para los pasajeros. Si con congestión necesitamos 40 buses para el recorrido, si el bus va más rápido necesitamos 30, entonces baja la inversión”.

Yanaguaya afirma que el sistema de transporte público debe beneficiar a toda la población, pero más a la gente con menos recursos económicos, ya que tienen que hacer los viajes más largos.

Explica que lo ideal de un sistema es la integración física y tarifaria; es decir, pagar un solo pasaje para transportarse por tramos largos de la ciudad haciendo trasbordos; aunque asegura que es muy difícil por la sostenibilidad.

Señala que en un proyecto presentado al municipio se contemplaba integración física y que los pasajeros sólo pagaran un pasaje: usar un bus del eje troncal hasta una terminal cerrada y transbordar a un minibús que hiciera el traslado hacia las laderas.

«“Es sólo el eje troncal que tiene buses grandes, porque en los extremos hay terminales donde llega el bus, se hace un transbordo y se sube a un minibús que va a las villas. Aquí  especialmente tendría que ser así porque no hay espacio en las villas para buses grandes. Entonces, los minibuses siguen trabajando en las villas pero con un mismo pasajero (…) Así, los mismos transportistas son parte del sistema».

Señaló que el Teleférico tiene la capacidad de trasladar a tres mil pasajeros por sentido por  hora, es decir 18 mil pasajeros en ambos sentidos en las tres líneas actuales. No obstante la demanda es de El Alto a La Paz en las mañanas y de La Paz a El Alto en las noches; por lo tanto, jamás se tendrían los tres mil pasajeros en ambos sentidos de manera simultánea. Asimismo, criticó el sistema de acceso. «Cuando hay demanda, hay una gran cantidad de fila en el acceso, el problema está en el sistema de pago que es ineficiente».

Respecto a los buses PumaKatari explicó que su alcance es del uno por ciento de la población y que no es un sistema sostenible porque está subvencionado por el gobierno local, agregó. La integración física y tarifaria del Teleférico y los PumaKatari, más la salida de los minibuses y buses del eje troncal, podrían coadyuvar a la mejora del transporte en la ciudad y así tener un impacto real en la población y su calidad de vida, concluye el investigador.

Este artículo fue publicado originalmente en la Revista La Paz Así Vamos Núm. 5 que coordina el Observatorio.