Hace algunos días, se presentó la cuarta versión de la encuesta de percepción ciudadana que realiza anualmente el Observatorio La Paz Cómo Vamos con el objeto de conocer los principales problemas que, a juicio del vecino, tiene la sede del Gobierno; y es la cuarta ocasión en la que la ciudadanía considera que el problema más urgente de la urbe es la inseguridad ciudadana. Es decir: los paceños y paceñas esperan y demandan respuestas creativas a este problema que los afecta de forma particular y que no se resuelve únicamente con medidas represivas e infraestructura policial.  Parece haber llegado el momento de concebir planes integrales y de corresponsabilidad ciudadana para encarar la violencia y la criminalidad.

Por otro lado, los ciudadanos de esta urbe expresan preocupación sobre el aseo urbano y el recojo de basura. A pesar de los esfuerzos que realiza el Gobierno Municipal de La Paz para hacer efectivo y eficiente este servicio, en necesario un cambio de hábitos. Los recientes planes de educación para la separación de diferentes tipos de desechos y para el reciclaje, son  los primeros pasos para construir una cultura ciudadana que ayude al municipio a mejorar una situación que afecta a todos y todas.

Un tercer problema que causa preocupación en la sede del Gobierno es el tráfico en la ciudad. El tráfico es  cada día más conflictivo y afecta la calidad de vida de los ciudadanos por el tiempo que invierten en trasladarse de un lugar a otro. A pesar de las medidas adoptadas, La Paz es una ciudad en la que es muy difícil desplazarse. A ello se suma la calidad del transporte público que ha mejorado a partir de la incursión del servicio de Buses La Paz (PumaKatari) y el teleférico, pero que aún debe ser resuelto para abarcar a la totalidad de la población de la ciudad.

Finalmente, hay que mencionar el consumo de bebidas alcohólicas.  Aunque éste, que era el segundo tema que más preocupaba a paceños y paceñas en 2013, ha sido desplazado al quinto lugar en la lista de  «principales problemas de la ciudad de La Paz”, sigue siendo una preocupación. La ausencia de programas educativos que interpelen las prácticas tradicionales relacionadas a la fiesta y las celebraciones, y al abuso del alcohol en el ámbito privado de adultos y jóvenes, es también una de las tareas y desafíos a ser considerado por las autoridades.

Excelente aporte para reflejar las percepciones de los habitantes de esta ciudad sobre los problemas que los afectan y también apreciar la forma en que éstos opinan sobre la gestión municipal. Como dato, la aprobación al alcalde Revilla subió este año al 54% (en 2013  alcanzó el 46%).

Los paceños demandan respuestas a la inseguridad ciudadana,  que no se resuelve únicamente con medidas represivas e infraestructura policial.