Eduardo Gudynas, ambientalista uruguayo experto del Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES) afirma que es primordial develar los mitos que sobre la situación ambiental circulan, para poder avanzar en la búsqueda de horizontes más alentadores que aquellos que la realidad nos señala: América del Sur se encuentra en “alerta amarilla” .

Gudynas, que dictó recientemente, en La Paz, un Taller sobre temas ambientales, dirigido a periodistas, advirtió en la necesidad de develar los mitos de que: en América del Sur “estamos bien”, que “somos ricos en recursos” y que éstos son “inagotables”; y que “la reparación ambiental es posible”, entre otros. Estas y otras ideas sobre la situación ambiental han llevado a que la gente no dimensione el verdadero problema, y más aún, ha impedido que en muchos países la ciudadanía se movilice para exigir un freno al deterioro ambiental que ocasionan muchas actividades del campo de la minería y la agropecuaria, entre otras, que no están reguladas ni controladas.

Los datos de un estudio realizado por el CLAES muestran, por ejemplo, que Brasil es el país que encabeza la lista del ranking global en: pérdida de bosques naturales; uso de fertilizantes y especies amenazadas, entre otros. El país que le sigue es Estados Unidos y más abajo figuran varios países sudamericanos.

Una reciente publicación de Gudynas, denominada “Contribuciones en Ecología y Conservación” publicada por el CLAES, señala cuatro tendencias emergentes en América del Sur: 1. Aumento de la brecha entre conservación y deterioro ambiental, es decir que el deterioro ambiental continúa reproduciéndose, y las medidas ambientales existentes son insuficientes; 2. Los impactos ambientales se dan a escala continental: situaciones similares se viven en toda América del Sur como ser los problemas derivados de los diferentes tipos de extractivismo; 3. Los problemas son complejos y generan incertidumbre, y cita a las recientes inundaciones de Buenos Aires y La Plata como eventos de lluvia “extremos” que los cataloga como catastróficos, que conducen a pensar en la urgente necesidad de realizar, con mayor frecuencia, evaluaciones y gestiones ambientales precautorias; y finalmente señala una última tendencia, 4. En la región se están buscando alternativas y existen ideas novedosas que están repensando nuestra relación con el ambiente.

Lo cierto es que en América del Sur nos encontramos ante enormes desafíos; por ejemplo, si no se frena el deterioro ambiental, la situación desembocará en una “alerta roja”, advierte Gudynas, quedando relegada y amenazada la calidad ambiental en las ciudades, las áreas rurales y silvestres.

Impulsar políticas públicas orientadas a la conservación, es una de las respuesta que Gudynas presenta para evitar un mayor deterioro del ambiente, y en definitiva de la calidad de vida presente y de las futuras generaciones.