María Claudia Hacker

El pasado jueves 26 de noviembre, tuvo lugar un taller acerca del presupuesto participativo (PP) en el gobierno electrónico. El taller, en el que participaron 20 funcionarios de las ciudades de La Paz y El Alto, fue organizado por el Observatorio La Paz Cómo Vamos y dirigido por la capacitadora Magda Mazurek, de la GIZ (Cochabamba).

 

La idea del presupuesto participativo nació en Brasil, específicamente en Porto Alegre, a finales de los años 90. Este concepto latinoamericano tuvo tanto éxito que en el año 1996 la ONU lo apoyó, proclamándolo como una herramienta de beneficio al ciudadano. Hasta el día de hoy, Brasil sigue siendo la nación con el mayor número de proyectos de presupuesto participativo. Le siguen países como Argentina y Uruguay, hasta más tarde llegar a Europa, continente en el cual los PP no tuvieron la misma repercusión que en América Latina.

Pero ¿a qué se debe el éxito del PP? Se trata de una herramienta de gestión pública que le otorga a la sociedad civil un cierto poder a la hora de decidir sobre la distribución de recursos del presupuesto público.  El mayor éxito de este concepto se debe a las consecuencias positivas que conlleva darle al ciudadano el poder de decisión: pues con el PP viene una mejora de sus oportunidades. Hoy en día, con las redes sociales, la distribución de la información acerca de estos proyectos se convierte en un juego de niños. La clave del éxito de todo el proceso es el alto nivel de participación de la ciudadanía.

En resumen, los PP devienen en constituirse como un sinónimo de democracia. Son un factor de las ciudades inteligentes, en las que el ciudadano es un agente activo, con poder decisivo y una participación crucial, pues al final el funcionamiento de las sociedades hoy en día depende en gran parte del nivel de participación de los ciudadanos que las componen. Mientras más participativa es la sociedad, más se termina favoreciendo aquellos proyectos y aquellas obras que realmente le importan al ciudadano. Los PP son la herramienta necesaria para que estas mismas obras se puedan realizar.