“Chuquiago Marka nunca te olvidé, mi tierra querida”, así comienza una de las canciones dedicadas a la ciudad de La Paz e interpretada por la agrupación folklórica Los Kjarkas. Y es que los nombres de Chuquiago Marka y La Paz siempre han estado ligados al referirse a la ciudad maravilla.

Ante la sugerencia del Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales de cambiar el nombre de la ciudad de La Paz a Chuquiago Marka, con el fin de recuperar los nombres originarios,  muchas personas en las distintas redes sociales manifestaron su disconformidad.

Si bien la sugerencia de realizar este cambio no es reciente, fue la más polémica. Una opinión escrita por Esteban Ticona y publicada en el periódico La Razón en fecha 21 de abril da cuenta que en el proyecto de la Carta Orgánica Municipal de La Paz, elaborada por el Concejo Municipal de La Paz, ya se sugería una modificación al nombre. Dicho documento propone en su artículo 2 (Identidad e idiomas)  que se reconoce “como parte de la identidad la denominación originaria de su actual territorio y el Gobierno Autónomo Municipal la utilizará junto al nombre del municipio de la siguiente manera: La Paz – Chuquiago Marka como señal inequívoca de su herencia y vocación intercultural”

El nombre en cuestión deriva de “Chuqiyapu Marka” que fue el primer nombre con el que fue conocida nuestra región, y que significaba “chacra de papas o de oro”. La historia cuenta que después de redactar el acta de fundación el 20 de octubre de 1548, se bautizó a la ciudad con el título de Nuestra Señora de La Paz en el cercano valle de Chuquiabo, cuyo nombre en aymara sería “Chuquiago” o “Chuquiapu” que toma del río que cruzaba el poblado.  La palabra Marka está referida a un asentamiento humano que articulaba  varios poblados pequeños, por lo que las poblaciones pequeñas dependían de la marka principal.

Por su parte, Martín Murúa en su Códice Murúa – Historia y Genealogía de los Reyes Incas afirma que la ciudad de Chuquiago tiene ese nombre desde el tiempo del “ynga” (inca) quien ingresa a un asiento donde existían muchos indios quienes le informaron que en un cerro llamado Apo existía mucho oro, material que el “ynga” había mandado a sacar. Desde ese entonces se llamaría Chuquiapo, donde Chuqui significa oro y Apo, señor. Otra versión sobre su etimología refiere a que Choqueyapu deriva de Chuqui que significa sólido, oro o lanza;  Apu, cuyo significado sería señor, noble o distinguido, y Yapu que significaría tierra arada o que se suele arar

Hoy en día, muchos paceños no desconocen el nombre originario de “Chuquiago Marka”, pero no están de acuerdo con cambiar totalmente el nombre a la ciudad de La Paz, como lo manifestó el Presidente.

¿Qué opina la gente?

Gustavo Ramírez: No estoy de acuerdo en que se cambie el nombre. “Chuquiago Marka” representa a la otra parte de la ciudad, a esa parte que aún pervive entre sus habitantes y que está ligada a su historia. Hoy en día nos llamamos La Paz.

Virna Murillo: No estoy de acuerdo. Creo que las declaraciones del Presidente fueron desacertadas. El nombre de La Paz representa mucho para todos los paceños y no creo que Chuquiago refleje toda nuestra esencia.

Eduardo Serón: No estoy de acuerdo que se cambie el nombre. Yo creo en lo personal que si bien recuperaríamos un nombre ancestral, milenario o como lo quieran calificar, no están considerando nuestra identidad. Yo nací con ciertas tradiciones, creencias y símbolos, si me cambian por darte un ejemplo la bandera (rojo, amarillo y verde) pues no me siento identificado, ni motivado a pelear por ninguna que no sea esa.

Rosalía Rojas: No. Porque el nombre de La Paz existe desde su fundación, aunque en realidad es Nuestra Señora de La Paz. Todas las personas la conocen como La Paz, sede de gobierno.

Julio Escobar: No estoy de acuerdo  porque existe una toponimia que hace que los espacios tengan una identidad espacial geográfica cultural arquitectónica y el desconocer el nombre de La Paz es desconocer toda su historia, su cultura y su urbanismo. Pero también es desconocer la identidad y el gentilicio de los paceños.