FITAZ 2016

Del 14 al 24 de abril se desarrolla la décima edición del Festival Internacional del Teatro 2016 (FITAZ) que va más allá que contar historias.

Olga Yegorova*

El teatro es ambos, un hecho lúdico y un testimonio de su tiempo que se compromete en las luchas de la sociedad en que nació. Así que, cada una de las 44 obras nacionales e internacionales del festival refleja una cara de la vida de su público. Uno puede elegir la expresión con aquella que se quiere identificar durante una noche en las tablas. Les presentamos tres piezas que no solamente muestran temas que mueven Bolivia, sino también les da la posibilidad de dejar revivir una de sus caras personales.

1.    Mar – la cara de la pérdida


Fuente: teatrolosandes.com

Como uno de los primeros espectáculos del FITAZ, “Mar” se presentó el domingo 17 de abril en el Teatro Municipal con sala llena hasta el último plazo. ¿Por qué? La obra cubrió dos aspectos importantes, un tema nacional y una experiencia que cada uno de nosotros conocemos – la pérdida. En el primer aspecto, nos muestra la historia de tres hijos y su madre, quien antes de morir desea ver el mar. Pero más allá nos lleva a un tema pesado del país – la pérdida del Litoral con Chile. La madre representa a la Patria Bolivia y los tres hijos se traducen como la diversidad del pueblo boliviano – incluyendo a “los hijos de la zona sur”, campesinos o pueblos indígenas.

        Fuente: teatrolosandes.com

Para el Teatro de los Andes, es típico que la escena reemplace a un actor. Es así que con pocos medios, la escena se convierte en el mar, en un desierto y la madre, la Patria, sea representada por una puerta que se divide en tres piezas. El conflicto marítimo está cubierto con una energía crítica y creadora. Irónicamente, la obra demuestra la ridiculez de la retórica alrededor del problema de mar: “Es un mundo tan raro, este boliviano”, comenta Giampaolo Nalli. “En Santa Cruz se vende el mar – “Agua Rua” que sube en el precio si contiene delfines. Las compañías de bus se llaman “flotas” y el Día del Mar se celebra algo que no hay. Un personaje dice: “Al final, ¿qué hay en el agua? ¡No hay nada! Entonces, ¿por qué nos peleamos tanto?”. “Hay que sacar el conflicto de las palabras. Nosotros tratamos de mostrar lo que pasó en el alma de los bolivianos”, explica el fundador del Teatro de los Andes.

Al final, después de que el deseo de la madre de ver al mar se cumple, el público se enfrenta con la pregunta: ¿Si nos devuelven el mar un día, nos devolverán también los muertos? En este momento, el público se olvida del mar, se olvida de la escena y conmemora las vidas y personas perdidas en guerras nacionales tal como las guerras personales. Les hace sentir – su cara de perdida.

2.    Delirio de Lara – la cara de la fantasía


Raúl Lara, Fuente: espacio.fundacionpatino.org

Cerrando el Festival de Teatro, el 24 de abril en el Teatro Municipal “Alberto Saavedra Pérez”, la obra del Mondacca Teatro nos invita al mundo coloreado del gran pintor Raúl Lara. “La pieza es plasmada de tal manera que tú entras y respiras a Lara. Se cuentan las etapas de su vida”, explica Claudia Andrade, la directora. Su arte, único en su género, retrata situaciones, sueños, costumbres, paisajes e historias con identidad boliviana. Su esposa, Lidia Lara comenta: “Raúl pintaba la sociedad boliviana y llevaba a la pintura como somos, los cholos bolivianos”. Ella conocía al pintor como nadie: “He vivido y crecido con Raúl. Fue mi hermano, mi padre, mi maestro, mi esposo, el padre de mis hijos, para mí fue todo. La obra comprende toda la vida del artista Raúl y también del hombre Raúl”.

Raúl Lara, Doble Discurso; Fuente: pintoreslatinoamericanos

La pieza captura al espectador con danza, canto, música en vivo, video, animación fotografía y proyección  llevándolo al delirio del pintor. Tal como su arte, la obra parece como sacada de un sueño. “Las miradas, los chorros, las mujeres voluptuosas de formas generosas de sus pinturas – la escena lo reproduce en una manera fantástica. De pronto los cuadros empiezan a cobrar vida y los personajes que están dentro salen al contacto con el público”, anuncia Andrade.

Mariel Churruarrin, uno de los actores de “Delirio de Lara” nos da a entender apasionadamente que esa noche de teatro muestra la historia de un niño, una historia de amor, una historia real, un delirio y recomienda al público: “Para disfrutar mucho, tienes que venir con la sensibilidad de flor a piel, como un niño”. O como su directora lo expone: “Hay cosas en que el corazón tiene razones, que la razón no entiende. Que te quedan impregnadas al alma”. Así que, al entrar en la sala teatral, dejen sus capas afuera y muestran – su cara de la fantasía.

3.    Te duele – la cara de la violencia

          Fuente: teatrolosandes.com
“Te duele” del Teatro de los Andes se presentará este martes y miércoles (19 y 20 abril) en el Museo Nacional de Arte. La pieza habla en un lenguaje universal, con lo cual todos pueden relacionarse de alguna manera – con la violencia. La escena se lleva a cabo en un ring de boxeo. Dentro del ring se muestran varias escenas narrativas de violencia. El deporte violento tiene reglas – entre mujeres y hombres, pesos ligeros y pesados. Al contrario, en la vida no hay categorías que regularán las luchas.

La obra nació de la necesidad de un actor del grupo del Teatro de los Andes y su amiga. Giampaolo Nalli, el organizador general del Teatro de los Andes les acompañó desde sus inicios: “Él es aymara del altiplano, ella polaca que ha escapado de Polonia. Los dos han vivido violencia cuando eran jóvenes, en maneras diferentes pero igualmente fuertes. Para sacarse un peso personal, hicieron investigaciones, trabajaron con organizaciones de la defensa de la mujer y realizaron el espectáculo”, explica Nalli.

El resultado ya se veía en presentaciones anteriores.  “Se siente cuando el público está  dentro contigo en el aula. Presentamos la obra en varios lugares donde la violencia es evidente y el público reaccionó hasta que gritaban y lloraban”, cuenta Nalli. Mientras, el Teatro de los Andes trabaja con mucho humor y ironía en esta obra, el público se olvida de reírse y empieza a enfrentar lo que duele – su cara de violencia.

*Olga Yegorova es voluntaria de la Deutsche Welle Akademie en la Fundación para el Periodismo.