Un colectivo de damas antiguas, las mujeres del Movimiento Cultural Los Olvidados y autoridades de la Secretaría Municipal de Culturas, encabezaron el cortejo fúnebre del travieso pepino paceño que fue enterrado simbólicamente en la plaza Mayor. Simultáneamente miles de bailarines daban rienda suelta a su entusiasmos en una nueva versión de la entrada de los ch’utas choleros en La Portada
La Paz, feb. 14 (SMC/GMLP). Desafiando el calor de una mañana dominguera, centenares de personas de distintas generaciones corearon temas del carnaval de antaño para despedir al tradicional personaje paceño en la plaza Mayor. Paralelamente a la simpática actividad, alrededor de veintidós mil bailarines invadían la popular avenida Kollasuyo en una nueva versión de la entrada de ch’utas y sus respectivas cholitas.
Desde las 10:30 de este domingo 14, el público acompañó la actuación de El Dúo en la plaza Mayor; junto a Yuri Morales y Nano Sandoval, cantó y bailó tangos, milongas, valses, cuecas y huayños. La presentación de los cuarenta músicos del Movimiento Cultural Los Olvidados le puso el toque preciso de los carnavales de décadas pasadas. Ataviados con el conocido overol, camisa a cuadros y la infaltable cachucha, la agrupación interpretó los éxitos musicales más importantes en sus 30 años de trayectoria.
La retreta trajo a la memoria de centenares de personas de la tercera edad composiciones que, a decir de Los Olvidados, solían alegrar la fiesta en salones del centro paceño y las quintas en los suburbios de la ciudad, actualmente marte de los macrodistritos. Al ritmo de melodías de mandolinas, acordeones, concertinas, charangos y guitarras, el pepino fue depositado en un ataúd y alzado en hombros de autoridades de la Secretaría Municipal de Culturas y los otros personajes del carnaval ch’ukuta, el ch’uta y la chola y detrás de ellos una larga comitiva de “viudas eternas” del pepino chorizo sin calzón que derramaban lágrimas por un ojo y por el otro vigilaban el ataúd para “evitar que alguna de ellas se adelante y se lo quiera llevar”.
La alegría fue la característica de la actividad que continuaba en la popular zona del Cementerio General donde las bandas interpretaban melodías que marcan el paso coreográfico de otro personaje importante del carnaval: el ch’uta cholero que recorría la empinaba avenida Kollasuyo rumbo a la cancha El Tejar donde finalmente queda depositado el ataúd del pepino.
“La demostración folklórica se caracterizó por la vistosidad de los trajes y coreografías de las 22 comparsas inscritas a la Asociación de Comparsas del carnaval paceño que junto al Gobierno Municipal buscaron ofrecer a la ciudadanía una entrada con todas las medidas de seguridad posibles y una de ellas fue el horario, no deseamos que se prolongue hasta la media noche como años anteriores. Cada comparsa tuvo un promedio de 300 bailarines. Ambas actividades fueron una clara demostración de la riqueza cultural de la ciudad que la hace maravillosa”, señaló el Secretario Municipal de Culturas, Andrés Zaratti.
La citada autoridad edil agregó que el cierre del carnaval se producirá a fin de mes con la corvoca de carnaval, una actividad que tomará las calles de Villa Victoria.