Consecuencias:

Después de los conflictos, La Paz tiene una pérdida económica que asciende los 91 millones de bolivianos

Foto: Subalcaldía de Mallasa. Vía Pamela Nuñez

Después de la renuncia del ahora ex-presidente Evo Morales acontecida el domingo 10 de noviembre, grupos violentos atacaron a la ciudad de La Paz y sus habitantes causando destrozos en infraestructuras públicas y privadas.

Según datos proporcionados por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, la pérdida económica del municipio paceño por destrozos y daños ocasionados a la propiedad municipal es de Bs. 91 millones.

Video: Caseta policial de Achumani

 

Entre las infraestructuras o servicios municipales afectados se encuentran:

  • 64 buses Puma Katari y los patios de Chasquipampa y Achumani donde eran resguardados (costo de restitución Bs. 77 millones)
  • 8 módulos policiales en diferentes zonas
  • Cámaras de vigilancia
  • 33 contenedores de basura
  • Infraestructura de la Subalcaldía de Mallasa que fue destrozada y quemada

 

La noche del 10 de noviembre, a través de videos compartidos por redes sociales y por diferentes medios de comunicación, se evidenciaba que una turba enfurecida recorría diferentes calles de la ciudad, especialmente la zona sur, para saquear negocios, agredir personas y destrozar inmuebles. Ante ese panorama, los vecinos comenzaron a organizar barricadas y vigilias nocturnas para resguardar sus bienes.

Esa misma noche, se conocía sobre la quema de 64 buses Puma Katari, el transporte municipal bandera de la ciudad de La Paz, la invasión a farmacias, supermercados y negocios, la quema de casas de periodistas, líderes cívicos y políticos, además de destrozos a vehículos y viviendas particulares.

Fotos: Buses Pumakatari después de haber sido quemados

Esta situación de terror se vivió hasta el lunes por la tarde, momento en que el pánico disminuyó. Sin embargo, los ataques, aunque no en tan grande magnitud, siguieron registrándose en diferentes zonas de la ciudad hasta el miércoles 13 de noviembre. Tal como cuenta un vecino de Chasquipampa:

“En Chasquipampa, mi barrio, viví momentos de pánico y terror cuando la policía fue rebasada y avasallada, grupos organizados de choferes de minibús y jóvenes cooptados que tenían la cara cubierta atacaron mi barrio, patearon puertas, rompieron ventanas, quemaron Puma Kataris, gritaron: «ahora van a pagar con sus casas», «ahora sí guerra civil» y saquearon negocios particulares, por ejemplo, una veterinaria que se había abierto hace cinco meses.

Foto: Negocio de la zona Sur. Vía Pamela Nuñez

El lunes 11, cuando un grupo de vecinos estábamos apagando el incendio del módulo policial y recuperando lo poco que dejaron los vándalos, fuimos atacados por un grupo de gente armada con palos y piedras. Los vecinos resistimos un momento, luego huimos. Luego de caer uno de mis vecinos fue golpeado y apaleado sin compasión.

Más tarde, una vez que pude volver a mi casa después de huir por el barrio evitando el encuentro con estos desaforados, fui testigo de cómo rompieron los vidrios de mi casa.Los siguientes días también fueron de terror, los vecinos nos juntamos, hicimos y deshicimos barricadas, coordinamos defensa, vigilias, alarmas, etc.

Las noches fueron larguísimas… jugaron con nuestras mentes… petardos… gritos… mensajes de WhatsApp a la una, a las tres, a las cinco… «ya vienen», «cuidado», «atentos», etc.

Un joven murió en el barrio del frente, lo velaron dos noches, pusieron a todo volumen música triste, de velorio. Mucho dolor esparcido. Mucha especulación al respecto, no sé las circunstancias, mucho rumor”

En cuanto a los daños a viviendas particulares se contabilizaron vidrios y jardineras rotos, destrozos a mobiliario y quemas de casas como las de Waldo Albarracín (rector de la Universidad Mayor de San Andrés) y de la periodista Casimira Lema. También se informó sobre la quema de la casa del líder indígena Mario Condori.

Video: Casa de Waldo Albarracín