La gente que vive en La Paz une el ser y sentirse paceño con el orgullo de habitar en esta ciudad única en su geografía. Cuenta con medio centenar de barrios organizados en los macrodistritos Cotahuma, Max Paredes, Periférica, San Antonio, Sur o Centro y en todos ellos el sentimiento es casi unánime, inclusive para quienes no nacieron en la sede de gobierno. Por cuarto año consecutivo, la Encuesta de Percepción Ciudadana sobre la Calidad de vida en la ciudad de La Paz 2014 ratifica el sentimiento de paceñidad.

Ocho de cada diez entrevistados son oriundos de esta ciudad y los demás provienen de otras provincias del departamento de La Paz y ciudades del país. ¿Usted se siente paceño? ¿Qué tan orgulloso se siente de La Paz? Preguntas de la encuesta cuyas respuestas afirmativas casi llegaron al 100 por ciento, les faltaron 3,6 puntos.

¿Y cómo somos los paceños? En una escala de 1 a 10 puntos, donde 1 significa “Muy en desacuerdo” y 10 “Muy de acuerdo”, las respuestas manifiestan que el paceño y la paceña tienen la cualidad de ser amables. También paga sus impuestos, se preocupa por mejorar la seguridad en la ciudad, cuida la salud y educación de su familia y exige mejores condiciones y acceso a los servicios básicos y cuidado del medio ambiente. Sin embargo, los paceños son muy críticos frente a las malas conductas personales.

Aún hay gente que no cuida los bienes comunes, no respeta las leyes en general, tamtampoco las normas de tránsito, de limpieza de la ciudad y manejo de su basura. Llama la atención en la encuesta que el respeto a los niños, niñas y adolescentes y personas con discapacidad está en niveles medios de atención del paceño.

Respecto al aspecto y la imagen de la ciudad también hay un nivel de satisfacción medio. Sin embargo, la imagen de limpieza, la calidad del aire, el cuidado de los ríos, el comercio informal y el ordenamiento vehicular son atributos que generan insatisfacción. Si bien hay nuevas ofertas en la ciudad de La Paz para el esparcimiento y la cultura del ocio, en diferentes barrios, la población percibe que aún son pocas las alternativas existentes. En los seis macrodistritos, la percepción es que faltan más espacios deportivos en los barrios y, paralelamente, es poco lo que se hace para evitar el consumo de drogas y alcohol, así lo perciben especialmente los adolescentes y jóvenes.

Al mismo tiempo, no existe satisfacción con todos los elementos asociados a la belleza de la ciudad. Un artículo muestra la necesidad de preservar el patrimonio histórico paceño y construir respetando esos límites. El ajayu de La Paz está en  esos lugares. Para los emprendedores, la ciudad ofrece pocas oportunidades para el crecimiento laboral y el acceso a tecnologías. Pero por ser la sede de gobierno, son altas las expectativas de crecer profesionalmente, especialmente para los jóvenes y adultos.