La Residencia de la Embajada de Italia fue declarada Patrimonio Arquitectónico y Urbano de La Paz
Fotografía: Marco Ruiz Gumiel
Olga Yegorova*
Nuestra Señora de La Paz dispone de varios tesoros arquitectónicos que todavía no se han reconocido como tales. Según Andrés Zaratti, Secretario Municipal de Culturas del Gobierno Autónomo de la Paz, la ciudanía considera los lugares históricos como un impedimento a la modernización de la metrópolis en vez de valorar las construcciones patrimoniales. “Nosotros queremos mostrar a la ciudanía y a aquellos que habitan residencias patrimoniales que vale la pena sostener en vez de destruir y construir nuevos inmuebles”, explica Zaratti.
Uno de los inmuebles históricos logró recibir su valoración el viernes el 8 de julio. Se trata de la Residencia de la Embajada de Italia, ubicada en la plaza 16 de Julio de Obrajes. A finales de 2014, la municipalidad envió una carta al Embajador Placido Vigo que indicaba que el edificio iba a ser declarado Patrimonio Arquitectónico y Urbano de La Paz. “El inmueble reúne todas las características necesarias para poder ser evaluado como patrimonio. No es solamente su antigüedad, sino la historia, su simbolismo y el contexto social en el cual se estableció”, aclara Zaratti. La Residencia de la Embajada de Italia fue construida las primeras décadas del siglo XX y fue construida en 1926 en Obrajes, la zona de los telares que a principios del siglo pasado sufrió un proceso de transformación urbana: pasó de ser un área suburbana tradicional a ser una de las zonas residenciales más importantes de la ciudad. “En sus inicios el inmueble era una casa de los fines de semana. En 1973 la casa fue adquirida por la colonia italiana y desde entonces ha operado para promover la relación diplomática entre Italia y Bolivia.”, revela el arquitecto Jorge Traverso. La planta baja del edificio reúne espacios sociales como el comedor, el salón o la biblioteca. La segunda planta representa la parte intima con dormitorios y otros ambientes privados. En su composición morfológica, el bien patrimonial presenta elementos ornamentales de estilo neovernacular europeo. Su arquitectura es racionalista, la vivienda es compacta. El sistema constructivo utilizó muros mixtos portantes hechos de adobe y piedra.
Para no dejar que el reconocimiento se quede en una placa colocada en la pared del inmueble, el Embajador Vigo inició una investigación multidisciplinaria que involucró fotógrafos, arquitectos y escritores. El trabajo se plasmó en el libro Villa Edén. Italia en La Paz de 180 páginas que, además de revelar los detalles sobre la casa, muestra el contexto local en el cual se desarrolló la zona de Obrajes. “Queríamos brindar a todos los ciudadanos y a los Bolivianos la posibilidad de conocer el valor de esta casa en profunidad, entrar y conocer su valor para la ciudad de La Paz. Encargamos el trabajo a un fotógrafo ganador del premio de la National Geographic. Las 120 fotografías elegidas logran plasmar cada rincón del edificio en su belleza”, comenta Placido Vigo. Actualmente, se realiza una applicación digital para que el conocimiento sobre la residencia patrimonial sea accesible desde cualquier lugar del mundo y especialmente desde Italia. El Embajador Vigo identifica el simbolismo diplomático de la investigación: “Villa Edén es una muestra de lo que se puede hacer entre Bolivia y Italia. Y se contextualiza perfectamente en el 150º aniversario de las relaciones diplomáticas entre Italia y Bolivia.”
La Ley Municipal del 18 de abril de este año exige de la Embajada italiana la “conservación, protección, revitalización del patrimonio aquitectónico y urbano [y que] cualquier tipo de intervención que se realiza (…) sea de mantenimiento para la identifucación, valoración, proteccion y conservacion de del patrimonio arquitectonico y urbano”. La declaratoria está incorporada en una serie de esfuerzos del Gobierno Municipal de La Paz. “Primero, intentamos hacer dar cuenta a la población que vivir en una vivienda patrimonial no es un castigo sino una potencialidad. En segundo lugar intentamos generar políticas integrales que muestran que el patrimonio no es algo muerto, físico, sino ligado a un contexto histórico y a dinámicassociales. Estamos ahora entrando por la plaza San Franciscio, la calle Sagárnaga y la calle Linares donde se restauran las viviendas patrimoniales mostrando también que un bien patrimonial puede generar fuentes económicas. Porque si las creencias del público no se cambian, los bienes patrimoniales se van destruyendo cada vez más”, relata Andrés Zaratti.
La Embajada de Italia vió la potencialidad de preservar un inmueble con valor patrimonial y perpetuó este hecho en un libro para la población. Sin embargo, la destrucción de bienes patrimoniales sigue siendo un problema de la sede del gobierno que no se logra solucionar sin mayores esfuerzos de protección por parte de los autoridades.
*Olga Yegorova es voluntaria de la Deutsche Welle Akademie en la Fundación para el Periodismo.
Comedor, planta baja; Fotografía: Marco Ruiz Gumiel
Dormitorio, planta alta; Fotografía: Marco Ruiz Gumiel