Ximena Pacheco, directora de Patrimonio Cultural y Natural y expositora en el Foro “La Paz, Ciudad Patrimonial”, está trabajando en una ley de cultura, en la que se haga referencia al tema de patrimonio. Ella opina que la preservación de estos lugares es responsabilidad de las autoridades, pero también de la ciudadanía.
¿Qué problema ve usted en el cuidado y preservación de la arquitectura patrimonial en La Paz?
Eso requiere de un compromiso conjunto en entre los instituciones, asociaciones, vecino y toda la gente que se identifica con el tema del patrimonio, pero no entendido como una tranca, sino como un aspecto del desarrollo. Es necesaria la inversión y que todo nos preocupemos del patrimonio, que en su actual estado puede no generar tantos beneficios como podría, si es que asumiéramos la verdadera responsabilidad.
¿Quién tiene la primera responsabilidad para cuidar el patrimonio?
El Estado en los diferentes niveles y los gobiernos municipales. Estamos generando todos los instrumentos técnicos, pero también procurando generar los instrumentos legales, que nos faculten a preservar este patrimonio. Es necesario establecer incentivos y establecer sanciones, que coarten iniciativas adversas, que generan un daño irreversible.
¿Qué se está haciendo actualmente para mejorar la situación?
Estamos generando una ley de culturas, que haga referencia al tema del patrimonio para poder dar mayores impulsos y marcos, que nos permita tener una preservación más efectiva, más comprometido que responsable, no solo delegando la responsabilidad al propietario, sino nosotros brindando el asesoramiento técnico y viendo la forma de interactuar conjuntamente en algunos proyectos que tenemos identificados, que queremos que sean proyectos detonadores, incitando la atención de la población, mostrando que la recuperación del patrimonio es efectiva y real.
¿Por qué cree que falta sensibilidad en el tema?
La dinámica de la ciudad La Paz es muy compleja. Todos los problemas se van al centro de la ciudad, como la contaminación, trancaderas y el problema del patrimonio. Necesitamos una ciudad que deje de tensionar el centro histórico, pues no es el problema, sino es el lugar más afectado con todo esto. Hay que buscar otras formas de pensar en la ciudad.