Foto: Colegio Santa Fe y Alegría

“ECOLADRILLOS, UNA ALTERNATIVA ANTE EL DESAFÍO DE REDUCIR LOS RESIDUOS PLÁSTICOS”

*Laura Ramos. Este artículo fue galardonado en el concurso de ensayos convocado por la Asociación de Ingenieros Ambientales de La Paz

INTRODUCCIÓN

El plástico ha cambiado nuestras vidas, de eso no hay duda. Lo que hace unos años era el máximo exponente del desarrollo, ahora se ha convertido en un problema para el medio ambiente.

Y es que, mientras que la producción de plástico alcanza un ritmo vertiginoso, nuestra capacidad para reciclarlo no crece a la misma velocidad, considerando que en torno a un 40% de todo el que producimos cada año es desechable y que una buena cantidad de esta proporción se usa en envases diseñados para tirarlos a los pocos minutos de adquirirse. Es el caso, entre otros, del plástico con el que se envuelven los alimentos frescos o los envoltorios de numerosos productos de uso común.

Según cifras del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) cada año se producen 10 mil millones de toneladas de basura, de las cuales 6 millones de toneladas terminan en los ríos, lagos y mares.

Menos del uno por ciento de las bolsas se recicla. Es más costoso reciclar una bolsa plástica que producir una nueva.

Es muy importante señalar que:

  • Su desintegración promedia entre los 150 y los 500 años.
  • Las bolsas de plástico tapan las cañerías, coladeras y alcantarillas, además de generar una contaminación visual.
  • Al degradarse se convierten en pequeños petropolímeros sumamente tóxicos.

Estas partículas entran a la cadena alimenticia con consecuencias catastróficas.

 

DESARROLLO

Cada vez aumenta el crecimiento poblacional y con él la necesidad de consumo, por consecuente también aumenta la generación de residuos sólidos, haciendo énfasis en los residuos plásticos, un problema que resalta en la sociedad.

Si continúa la tendencia actual de fabricación y gestión de plásticos, en el año 2050 habrá 13.000 millones de toneladas de plásticos arrojadas en los vertederos o en el medio ambiente.

Según datos de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), Bolivia consume 1,3 millones de bolsas plásticas al día, eso significa 474,5 millones de bolsas al año (para un país de 11 millones de personas), de las cuales aproximadamente el 30% lo consume La Paz, generando un impacto ambiental muy serio.

Pero, no es sólo el uso excesivo la parte negativa, lo peor está en el desecho de los plásticos al que se agrega la falta de educación o, tal vez para muchos, la falta de basureros.

La generación de bolsas plásticas y las botellas PET representa el 8,5 por ciento de los residuos sólidos que se generan diariamente en las ciudades del país.

En Cochabamba se producen 34 mil kilogramos diarios de plásticos, 46 mil diarios en La Paz, 25 mil en El Alto, 9 mil en Oruro y 46 mil kilos en Santa Cruz.

Como sociedad, necesitamos considerar si vale la pena sacrificar algo de nuestra comodidad por tener un medio ambiente limpio y saludable.

Entonces teniendo en cuenta esas cifras alarmantes, una alternativa de solución para hacer frente al problema de los residuos plásticos, es la reutilización de las bolsas nylon y las botellas PET para la fabricación de ecoladrillos, generando un material de construcción a bajo costo, que ayudara a tener un buen aprovecho de este residuo, teniendo más calles limpias, sin contaminación visual y en un menor volumen de basura.

Foto: Colegio Santa Fe y Alegría

Una solución que no está lejos de nuestra realidad, esta idea se ha ejecutado con niños y adolescentes de los colegios “San Javier de Fe y Alegría” y “Santa María”, a través de entrevistas se llegó a reconocer el nivel de conocimiento acerca las problemáticas ambientales y el reciclaje, para así, trabajar desde esa medida con charlas de concientización ambiental, reflejando la situación actual que se vive en Bolivia y el mundo.

Foto: Colegio Santa María

Se realizó un trabajo conjunto, donde se obtuvo como resultados, el conocimiento del estado crítico en el que nos encontramos, llegándose a identificar que el tiempo para solucionar esta condición es hoy.

Llegar a una sensibilización para estar conscientes de los desafíos ambientales por los que atravesamos es significativo, pero aportar con acciones a todo aquello que se quiere cambiar, es un hecho que trasciende. Y efectivamente eso se ha reflejado al momento de realizar el trabajo con los mencionados colegios, donde se llegó a construir bancas con los ecoladrillos fabricados por los mismos estudiantes. Una infraestructura sencilla pero que abarca gran entusiasmo, esfuerzo y sobre todo una conciencia de ayudar al medio ambiente.

CONCLUSIÓN

Una respuesta ante la contaminación por residuos plásticos con la que se vive día a día, es dar a conocer a la población el patrimonio material e inmaterial con el que cuentan, saber sus derechos respecto un medio ambiente sano, para así, forjar un sentimiento de pertenencia, dicho sentimiento crece aun mas cuando uno mismo se ve involucrado en la solución, como en este caso, los estudiantes pudieron ser parte de la solución, mediante talleres de capacitación y la práctica  del reciclaje para fabricar ecoladrillos para poder construir bancas que sirven para los mismos implicados y sobretodo para reducir el problema de los residuos plásticos.