Historias que no se conocen
Infanticidio en La Paz
¿Cuántos casos de infanticidio existen en la ciudad y cuántos ocurren en provincias? Son algunas de las interrogantes que permitieron develar historias de niños y niñas que fueron víctimas de infanticidio.
Para la activista Melisa Ibarra, en el país no existen cifras oficiales de este delito. “Muchos infanticidios ocurren en las comunidades y no se denuncian”.
Boris Antezana y Melisa Ibarra, de la Red Ciudadana Contra el Infanticidio y Violencia Infantil, fueron invitados a participar de la mesa redonda sobre violencia infantil que se desarrolló por iniciativa del Observatorio La Paz Cómo Vamos. En su exposición, ambos se refirieron a esta realidad que afecta a gran parte del mundo. Bolivia no es la excepción, porque a ella se añade el infanticidio desde la justicia comunitaria (aplicación de normas y procedimientos propios de las comunidades rurales, que es la práctica paralela a la justicia orientada por leyes).
El abogado Boris Antezana explicó cómo la justicia comunitaria es aplicada en infantes indígenas donde “la falta de conocimiento hace que los niñas y niñas sean víctimas de violencia física o psicológica en el momento de ser testigos presenciales o víctimas de linchamiento”.
Ibarra, además señaló algunas creencias como causas por las que las niñas son las principales víctimas de estos crímenes: “Las asesinan porque tienen menos fuerza laboral o porque en algunos lugares las consideran una maldición en algunas comunidades”, remarcó.
El infanticidio, según la activista, está relacionado con el denominado “adultismo, (idea que remarca que las personas adultas son superiores a los infantes bajo la creencia de que los niños pertenecen a sus padres), pues los adultos ejercen violencia contra niños/as que son incapaces de defenderse llegando incluso a matarlos. “Cuando desaparece un adulto hay un entorno que lo busca. A un/a niño/a, no”.
Ante la falta de instituciones que se preocupen por esta problemática, uno de los asistentes al evento conminó a buscar aliados que investiguen las estadísticas reales para poder incidir en las políticas públicas. “En todo este tiempo no ha existido una estadística real sobre el infanticidio. Hay que realizar estadísticas a nivel municipal, departamental y nacional para convertirlos en datos reales y concretos”, reclamó. Ante ello, se anunció la predisposición de la Universidad Mayor de San Andrés para conformar un observatorio dedicado a monitorear y registrar los casos de maltrato e infanticidio que se reportan a diario en el país.